Reseña. Nunca digas siempre | Jennifer L. Armentrout

Título: Nunca digas siempre
Autora: Jennifer L. Armentrout
Editorial: Puck
Saga: No
Número de páginas: 544

Ella aprendió que el silencio era su mejor arma. Él juró que siempre la protegería. Ambos comparten un terrible pasado, que los llevó a forjar un vínculo indestructible. O eso creían ellos. Porque sus caminos se separaron abruptamente hace cuatro años. Mallory y Rider llevan todo ese tiempo tratando de superar las terribles experiencias vividas en un hogar de acogida. Intentando construir un futuro. Tratando de olvidar. Pero ahora, justo cuando creían estar dejando el pasado atrás, Mallory y Rider acaban de reencontrarse en el instituto y descubren que el intenso vínculo de infancia sigue ahí… al igual que la heridas. Enfrentados a la fuerza de sus sentimientos, Mallory y Rider deben decidir si seguir aferrados a las mismas armas que les ayudaron en el pasado o arriesgarse a construir algo nuevo en un futuro incierto. Un relato luminoso sobre una joven valiente que lucha por expresar su verdad desde un refugio de silencio . Quédate a escuchar la voz de Mallory. No te arrepentirás.

Tenía muchas ganas de volver a leer algo de Jennifer L. Armentrout, ya que su única novela que leí fue Cuidado no mires atrás y me gustó mucho, así que decidí darle una oportunidad a Nunca digas siempre porque me llamaba mucho la atención y porque era autoconclusivo. La mayoría de las opiniones eran muy buenas, así que iba con las expectativas bastante altas. Pues bien, no me ha decepcionado para nada y ha sido un libro que me ha gustado bastante.

Mallory y Rider no han tenido una infancia fácil. Los dos terminaron en la misma casa de acogida, donde lo pasaban realmente mal porque cada día los maltrataban. Él juró proteger a Mallory de todo lo malo. Ella aprendió que estando callada no le pasaría nada, así que dejó de hablar. Hace cuatro años sus caminos se separaron, aunque ahora se han vuelto a encontrar. Nada más verse sienten esa conexión que había entre ellos cuando eran pequeños, aunque ahora las cosas han cambiado bastante.

La historia está contada en primera persona por nuestra protagonista Mallory.  Es una chica que ha vivido una infancia muy dura, llena de problemas y violencia, por todo eso aprendió que estar callada era la mejor solución. Ahora vive con otra familia que la quiere y la cuida, y aunque todavía le cuesta hablar con la gente, poco a poco va progresando con ayuda de sus padres. La verdad es que ha sido un personaje que me ha gustado bastante. Es una chica llena de inseguridades y miedos, pero poco a poco hace todo lo posible por superar todo lo malo del pasado e intentar que nada de eso la afecte. Sobre todo me ha gustado lo orgullosa que se siente de ella misma al ver que ha hecho progresos y la evolución que tiene a lo largo del libro. 

Después tenemos a Rider, el mayor apoyo de Mallory cuando eran pequeños. Él también vivió en la misma casa que ella y juró protegerla siempre de todo lo malo. Por eso era él quien se llevaba todas las broncas y los golpes de los padres. Ahora Rider ha pasado a vivir con otra familia, aunque no ha tenido la misma suerte que ha tenido ella, ya que no se siente parte de ellos. Rider también ha sido un personaje que he adorado desde el principio. Me ha encantado su forma de ser y lo protector que es con Mallory.

La relación entre ellos dos me ha parecido muy bonita y especial. Ambos se separaron años atrás y al volverse a encontrar la relación que tenían apenas ha cambiado y podemos observar esa conexión que tienen y como siguen siendo importantes el uno para el otro. 

Después nos encontraremos personajes secundarios como Ainsley, la mejor amiga de Mallory, Jaden y Hector, con los que vive Rider, y los padres adoptivos de ella. La verdad es que todos me han gustado bastante y tienen mucha importancia a lo largo de la historia.

Nunca digas siempre ha sido una historia de amor y de superación que me ha gustado mucho. La verdad es que es un libro que se lee en un suspiro, a pesar de tener casi 550 páginas, pero gracias a la pluma de la autora y a la trama en sí, engancha desde un principio. A lo largo del libro nos encontramos con momentos muy duros y desgarradores que sin duda han hecho que se me haya encogido el corazón. Aunque también aparecen momentos muy bonitos y tiernos entre los dos personajes. Sin duda ha sido una historia llena de sentimientos. Si no le he dado la máxima puntuación es porque a la mitad del libro o así me costó continuar con su lectura. No sé si sería porque el momento en el que lo estaba leyendo no era el adecuado o qué, pero se me hizo un poco pesado. Eso sí, luego la cosa avanzó y terminó por gustarme mucho.

Ya conocía la forma de escribir de la autora, y la verdad es que me gusta bastante. Y con este libro no ha sido menos. Su forma de narrar la historia ha hecho que haya congeniado mucho con los personajes y que haya podido sentir todo lo que ellos sentían en cada momento. Además trata temas como el maltrato infantil de una forma muy real y eso me ha gustado mucho.  

El final también me gustó mucho. Sí que me hubiese gustado saber más de Rider y Mallory, pero creo que ha sido un final acertado.

En resumen, Nunca digas siempre ha sido una historia desgarradora pero bonita que me ha gustado bastante. Un libro lleno de sentimientos y con unos personajes reales y muy bien construidos, que sin duda os recomiendo.